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domingo, 19 de octubre de 2014

Falling Leaf In The Wind

Bien esta es la historia que traigo el día de hoy por favor lean y den comentarios.

                                                  Falling Leaf In The Wind

                                             Por: Aniber Adrián Estrada Vega

Era un día gris, estaba nublado pues había llegado una lluvia a una ciudad la cual no era tan grande ni tan pequeña. Las personas corrían de un lado a otro intentando buscar refugio de aquel aguacero que llego repentinamente, tanto los animales silvestres como las ardillas lo hacían en sus árboles, ocultándose de las gotas de agua que caían bailando al compás del sonido del viento. Si existiera una palabra para describir este día, sería la palabra tristeza. Sí, tristeza es la palabra que describía aquel día para una persona en especial, una persona la cual sucumbía ante el dolor en su corazón.
Ese día el pueblo perdió a alguien especial, pero para una personita en especial su mundo había terminado… o al menos era lo que ella creía.
Una chica estaba de rodillas frente a lo que parecía ser dos lápidas en un inmenso y triste cementerio el cual mostraba tumbas y mausoleos de distintas épocas. La chica tenía un hermoso cabello castaño y ojos de color azul como el cielo. Con un vestido negro que mostraba  el estado de ánimo de la chica. Los hermoso ojos color zafiro de la chica derramaban lágrimas de dolor. Ese día ella perdió a alguien importante para ella.
-Te extraño papá- dijo en tono entre cortado mientras unos mechones de cabellos cubrían su rostro. –Lo… lo siento- ella no podía soportar el dolor en su corazón y con sus dos brazos quienes se posaron firmes en el suelo evitando que su cuerpo tocara el lodo producido por la lluvia.
Las hojas de un árbol cercano cedieron con el viento y caían bailando al compás de las gotas y el sonido de dolor que producía la chica.
-Por qué me pasa esto… que hice para… Mamá, Papá… ¿por qué me abandonaron?- dijo mientras más y más lagrimas caían de su rostro mezclándose con las gotas de lluvia que caían desde los grises cielos de aquel lugar.
Sin darse cuenta un chico con un ramo de flores, para ser más exactos unas rosas color blanco, se acercaba a aquel lugar el cual tenía un aura de depresión que se intensificaba con cada paso. Ojos color chocolate, cabello negro y un tanto despeinado y mojado por las gotas de lluvia que caían desde los grises cielos de aquel lugar.
-Lo lamento- dijo aquel joven mientras ponía las rosas encima de donde descansaban los restos de aquella persona. La chica volteo y miro a aquel chico, sin dudarlo se paró y lo abrazó llorando sobre su hombro, el chico le abrazo fuertemente. –Ya, yo estoy aquí contigo- expreso sin apartarse de la castaña.
Apartando un poco su bello rostro del pecho de su amigo, ella lo miro, esos hermosos zafiros se cruzaron con dos orbes color caramelo. Él siempre estuvo ahí con ella, siempre estuvo apoyándola con todo lo que hacía y nunca la dejo sola.
-Siempre estás conmigo- dijo con un tono de melancolía. –Cuando te conocí, yo no tenía a nadie… siempre estuve sola.-
-Gaby-
Una niña estaba sentada debajo de un inmenso roble alejada del patio de una inmensa escuela conocida como la Academia Unión, la niña estaba tranquila mirando como caían las hojas de los árboles. Su vida no era fácil, ella era una niña de escasos recursos la cual consiguió una beca para poder entrar ahí. Sus compañeros de clase siempre la estaban molestando pues para ellos era  de risa su condición. Ella pasaba todos los días alejada de sus compañeros pero siempre la molestaban y cuando la conseguían hacer llorar se iban.
-Las hojas son muy hermosas- dijo la castaña mientras veía como las hojas caían de aquel hermoso roble –Parece como si estuvieran bailando, como me gustaría bailar- expreso mientras veía como algunos rayos del sol pasaban entre las ramas de aquel majestuoso árbol.
Sus ojos se maravillaban cada vez que veía una hoja caer. A ella le gustaba cierto sobrenombre conocido como “Leaf”. Ella se sentía a gusto estando sola aunque su corazón dijera otra cosa. Tres figuras masculinas aparecieron frente a ella interrumpiendo sus pensamientos e intimidándola.
-La escucharon, la “Pobre” quiere bailar- dijo un chico de cabellera castaña, ojos marrones y tez blanca, se veía muy pulcro dando a entender que venía de una buena familia. –Si quieres te enseño, pero, para que perder el tiempo con una tonta como tú.-
 -Déjame en paz Diego- dijo la castaña con enojo mientras veía a aquel que se hacía llamar Diego.
-Ya déjala en paz, no vez que ya tiene suficiente con ser pobre- dijo un chico un tanto desarrollado, tez oscura y cabello oscuro cortó, tal vez un metro setenta. –Ella no tiene la culpa de nada-
-Tienes razón Alfredo sus padres la tienen, además de haberla traído al mundo para solo ser un estorbo.- el que tomo la palabra fue un joven de tez blanca como Diego pero de cabello negro y unos ojos grises que romperían como a un huevo a cualquiera; vestido con una chaqueta azul y jeans. –Oh la niña quiere llorar- hablo al ver como los ojos de Gaby se tornaban húmedos por la acción de sus palabras.
-¡Cállate!- gritaba la castaña mientras fruncía el ceño por las palabras hirientes que aquellos muchachos causaban.
-Enserio deberías de guardar silencio, más respeto niñita- dijo Alfredo mientras se ponía a su altura y tocaba sus cabellos –Esa no es forma de tratarnos-
Miedo, miedo e impotencia se podían apreciar en los ojos de la castaña mientras unas lágrimas de formaban haciendo brillar a un más esos bellos ojos color zafiro. Siempre ellos conseguían hacerla llorar, siempre era ignorada, a veces ella pensaba que solo era un estorbo para sus padres y a veces, mejor dicho muchas veces se le cruzaba la idea de terminar con su vida.
-Déjenla en paz-
Los ojos de Diego, Alfredo y  el chico de ojos color gris y cabello negro se abrieron así como los de Gaby. Un chico de cabello negro despeinado y ojos color miel, de tez un clara pero no tanto como la de Diego y de un cuerpo que opacaría el de Alfredo apareció.
-Vaya pero miren lo que trajo el perro.- vocifero el de ojos color gris para voltear a ver a la persona que los interrumpió. –Adrián, vienes a acompañarnos a hacer sufrir a esta tonta o solo vas a ser un espectador como siempre.-
El de cabello negro y ojos grises tenía razón, Adrián siempre había sido el espectador, jamás había hecho nada para impedir el “bullying” que le hacían diariamente a la castaña. Adrián era respetado por sus amigos y por las otras personas del instituto, pues era el capitán del equipo de futbol así como una de las personas más listas del instituto, pero mayormente su respeto se debía a que era la única persona que el nieto del director considera digno de ser su amigo.
-Vengo a cerrarles la boca. Víctor sí sabes lo que te conviene será mejor que dejes a Gabriela en paz.- dijo Adrián mientras sus ojos se cruzaban con la mirada altanera y sin miedo del de ojos color gris.
-El capitán me va a cerrar la boca- arqueando la ceja mientras una sonrisa se formaba en su rostro. –Vaya se te olvida que soy el capitán del equipo de lucha de la escuela y tú solo eres alguien que sigue la pelota como un perro.-
Gaby estaba en shock al ver cómo había alguien que la estaba defendiendo, pues era la primera vez que pasaba. Sus ojos se centraron en los ojos color caramelo de aquel chico de cabello negro como el de Víctor que a la sombra del árbol parecían brillar en tonalidades plateadas al grado de opacar el brillo del de Diego. Su corazón empezó a latir más rápido cuando vio como Diego y Alfredo se ponía a cada lado del capitán del equipo de lucha.
-¿Tienes miedo?-
Los ojos de Víctor se abrieron demostrando furia incontenible. Sin pensarlo dos veces se abalanzo hacía donde estaba Adrián intentando derivarlo, este al ver como corría con un puño simplemente se quitó de su camino.
-No seas un miedoso- esta vez tomo la palabra Alfredo quien se ponía a un costado de Adrián mientras le dirigía un puño. –Vamos capitán muéstranos quien eres en verdad-
-¡No!-
Un golpe, un golpe fue el que recibió en la cara Adrián mientras retrocedía unos pasos. Leaf seguía sin poder creer lo que veía. Adrián un chico popular con mucho futuro estaba defendiéndola a ella una chica tonta y estúpida como la mayoría de la gente decía, ella lo estaba viendo pelear. Golpe tras golpe le daban los secuaces de Víctor a aquel joven capitán que daba todo por aquella joven que lo miraba como un héroe.
-“Por favor no te rindas”- pensó Gaby mientras ponían sus manos en el pecho al ver como Adrián estaba enfrentándose al trío. –“Sé que tú puedes, no te des por vencido”-
-Deja de moverte- hablaba Diego al no poder seguir el paso del capitán del equipo de Futbol.
-Maldita sea Alfredo ayúdalo- grito el de ojos color gris al ver como su amigo no podía acertarle un golpe al rubio.
Se escuchó un sonido muy fuerte mientras hojas de los arboles caían en esa lamentable escena. Adrián estaba con el puño rojo mientras un Alfredo adolorido estaba mirando estupefacto como estaba en el suelo mientras un hilo de sangres salía de su boca. Al fin se daban cuenta sobre cierto rumor que seguía al estudiante que defendía a Leaf.
-“Entonces es cierto, así que Adrián si creció en la calle. Su estilo de pelea es difícil de descifrar. Maldición Alfredo está en shock y Diego no sirve.”- pensaba Víctor sin apartar la mirada de aquel joven que aunque estaba lastimado no se daría por vencido.
-Víctor no creo que…-
-Están en problemas- se escuchó una voz masculina la cual provenía detrás de Adrián el cual solo sonrió.
Un castaño de ojos verdes apareció detrás del capitán de Futbol. Derek el nieto del director y mejor amigo de Adrián así como el segundo al mando del equipo de futbol apareció poniéndole una mano al muy adolorido rubio.
-Jamás pensé que te unieras a una de mis peleas- dijo un poco adolorido el rubio mientras le daba una sonrisa.
-Vaya parece que mi hermano no se cansa de meterse en problemas- dijo el castaño mientras observaba a los tres y a Gaby lo cual dejo un poco impresionado a Derek el cual ya sabía el porqué de la situación. –No me digas que estas así por…-
-Sí, así es-
-Bien solo quedan dos.- al parecer la mirada del de ojos verdes asusto a Diego el cual retrocedía un poco. –Dime Diego ¿Qué pasa cuando golpeas un rayo?-
Víctor, Alfredo y Diego se quedaron impresionados y asustados por aquella pregunta: ¿Qué pasa cuando golpeas un rayo? De repente vieron como una sonrisa se formaba en la boca del peli negro mientras con lo que quedaban de sus fuerzas se preparaba para algo. Los ojos de ambos y la pregunta decían suficiente. Gaby tampoco comprendía, tal vez si hubiera asistido a los partidos de la academia lo sabría.
-Se electrocutan- dijeron al unísono para abalanzarse contra aquel trío.
Desde ese día Adrián se volvió una persona muy importante para Gaby, ese día una amistad surgió y con el paso del tiempo se fueron convirtiendo en mejores amigos hasta que un día y con mucho temor en sus palabras logro confesarle a la castaña lo que en verdad sentía por ella. Siempre juntos pasaban momentos felices y tristes y ese día de hoy  volvían a demostrar que siempre iban estar el uno para el otro. Se podría decir que la vida de Gaby cambio, Derek el hermano del alma de Adrián se volvió amigo de ella y gracias a eso conoció a la hermana de este Fernanda la cual se convertiría en su mejor amiga.
Sin importar que las gotas de agua que caían del cielo ellos dos no se movían ante nada. Estaban abrazados después de que ambos recordaban como inicio su amistad. Lágrimas bajaban por las mejillas de la castaña mientras cerraba sus ojos. Un beso, ella sintió un beso en su frente y así fue, Adrián le dio un tierno beso.
-Te quiero y siempre te cuidare ante todo- dijo el peli negro mientras le daba una cálida sonrisa a la dulce Gaby mientras sentía como era abrazado más fuerte.
-Lo se… tu siempre estás ahí para mí.- otra vez los ojos color caramelo de él se cruzaron con los zafiros de ella. –Siempre me proteges desde aquel día, ahora sé que no estoy sola- dijo la castaña dándole una sonrisa a su novio.
-En eso tienes razón amiga- dijo una chica de cabellera castaña y ojos verdes, quien se acercaba lentamente a abrazar a su mejor amiga –Lo lamento- dijo abrazándola fuertemente mientras algunas lágrimas caían de sus ojos esmeralda.
-No te preocupes- dijo la Leaf mientras le daba una sonrisa a su mejor amiga.
-Gaby, cuando dices eso es cuando más me preocupo- dijo mientras ambas sonreían. –Además está lloviendo y nosotros si paraguas- dijo tratando de alegrar un poco el ambiente, para después voltear a ver al peli negro –Vamos a casa-
-Sí- dijo Adrián mientras tomaba a Gaby de la mano.
Mientras el trío salía de aquel lugar notaron como poco a poco cesaba la lluvia. El cielo seguía oscuro pero ahora no había lluvia, de repente un corriente de aire recorrió aquel cementerio justo debajo de un árbol por el que pasaban y dejo caer muchas hojas de varios colores, pues se acercaba el otoño.
-Que hermoso- dijo Fernanda al contemplar como las hojas bailaban al compás del viento –Ya sé por qué te gusta ver las hojas caer de los árboles- dijo la castaña de ojos verdes sin separar su vista del hermoso espectáculo que daba la naturaleza
-Sí más aun cuando él está a mi lado- dijo Leaf para después darle un tierno beso a su novio en la mejilla lo cual le causo un sonrojo que tiñeron de rojo.
-Oww, Adrián se puso rojo, le voy a tomar foto- dicho esto Fernanda saco su celular y le tomo una foto a Adrián. –A mi hermanito le va a gustar-
-¡Por lo que más quieras no lo hagas!- dijo Adrián sin despegarse de su novia, mientras veía como la hermanita de Derek reía ante eso. Después noto como Gaby reía igual, así que le dio un beso en la boca. –Me encanta cuando sonríes-

-A mí cuando te sonrojas-


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